En un mundo donde la expresión artística y la innovación van de la mano, el emprendimiento en el arte se ha convertido en una opción cada vez más atractiva para aquellos que buscan convertir su pasión en un medio de vida rentable. Atrás quedaron las ideas de que el arte y el comercio son dos universos separados. Hoy en día, artistas de todas las disciplinas encuentran en el emprendimiento la oportunidad de compartir su talento con el mundo y, al mismo tiempo, generar ingresos a partir de su creatividad.

Sin embargo, emprender en el ámbito artístico no es un camino fácil. Requiere de una combinación única de habilidades que van más allá del talento artístico. Se necesita visión comercial, disciplina, capacidad de adaptación y una gran dosis de pasión por lo que se hace.

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En esta ocasión, el maestro Germán Niño, sexto hijo de una familia tolimense con nueve integrantes, ha compartido su experiencia como artista en la ciudad de Ibagué. Mencionando lo importante que es el arte en todo el contexto social dentro de lo que abarca el concepto de “artista” y cómo su padre le ayudó a consagrarse personalmente como un pintor desde que era muy joven. Haciendo un recorrido sobre sus cerca de 40 años de trayectoria a través de sus historias y algunas anécdotas que ha vivido a lo largo de su vida dentro de la “academia de arte” de la ciudad musical de Colombia, el Maestro, como sus conocidos lo llaman, comenta el conflicto interno con el que batallaba desde niño al ver a su padre creando múltiples piezas artísticas y nunca era lo suficientemente reconocido, y esto era algo muy injusto para él, creando un rechazo hacia la profesión que tiempo se fue diluyendo gracias a ese valor espiritual presente en sus cuadros. 

 

El local se encuentra ubicado en la 39 con 4ta, en este sitio se dedica a la venta de cuadros de pinturas con diferentes técnicas, desde el cubismo, hasta cuadros de arte abstracto. Además, no solo se dedican a la venta de estos lienzos decorados con la inspiración del maestro, también se emplean talleres ligados a la pintura y a la escultura que posteriormente se utilizan para el reabastecimiento del material gracias a las ventas de estos mismos.

Siendo un legado de su padre, el artista Jesús Niño Botía, el maestro Germán ha reafirmado la importancia de estas muestras artísticas y la formación de nuevos artistas emergentes para que la imagen de su padre y el trabajo de él, sigan calando de generación en generación.

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Gracias a las matrículas de aquellos estudiantes que toman por iniciativa propia aquellos cursos y talleres, acompañado por la venta de sus obras, que oscilan desde los $700,000 COP hasta los $21’000,000 COP, ha podido suplir con las necesidades básicas que se presentan a la hora de sostener económicamente un emprendimiento que ha presentado una evolución a través de los casi 60 años que tiene de funcionamiento. A pesar de la importancia que posee este lugar, es poco visible en el colectivo ciudadano de la capital tolimense, y el maestro Germán hace un llamado importante para entender la dimensión de relevancia que debería tener los temas y las técnicas emergentes de este centro, y que, lastimosamente, hoy en día carece de importancia no solo en la ciudad, sino en todo el país. 

Mientras sigan pasando los años, don Germán seguirá haciendo de sus inspiraciones matutinas, una forma de preservar la memoria de los Niño y la intencionalidad de su trabajo que es, y seguirá siendo, un motor para impulsar la creatividad de nuevas mentes maestras del arte ibaguereño.

Publicado por: Karla Torres